​En medio de las cenizas y el desconsuelo que dejó a su paso el voraz incendio que consumió sectores enteros de tres comunas de la región de Valparaíso, la solidaridad se convierte en un bálsamo necesario para aliviar tanto dolor y tanta pérdida. 

 Para apoyar a familias afectadas por la catástrofe la municipalidad de El Tabo instaló puntos de acopio para recibir donaciones principalmente de alimentos no perecibles y artículos de aseo, como gratificantes gestos de solidaridad provenientes tanto de residentes como de veraneantes de la comuna. 

 Y como la solidaridad no conoce límites geográficos, Carla Fica, académica de la Universidad Santo Tomás y miembro de la Escuela de Trabajo Social, se convirtió en un puente vital al alertar sobre la escasez de ayuda en el sector Pompeya Sur de Quilpué. 

 En el corazón mismo del operativo de ayuda, Hada Aballay Huentequeo, vecina y presidenta del Comité de Adelanto Aconcagua de Quilpué, compartió un cálido mensaje de gratitud.Así, en medio de la tragedia, la solidaridad emerge como una luz de esperanza, iluminando el camino hacia la reconstrucción y la recuperación. 

En Valparaíso, la unión comunitaria y el compromiso social son los pilares sobre los cuales se construye un nuevo futuro más sólido y resiliente.

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