​Nicolás lucha contra múltiples fracturas en la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica del Instituto de Seguridad del Trabajo en Viña del Mar, mientras la comunidad de Algarrobo se une para apoyarlo en este difícil momento.

A medida que Nicolás enfrenta intervenciones quirúrgicas y desafíos en su recuperación, la voz de su pareja, María Jesús Álvarez, emerge para compartir la gravedad de su situación. Aunque Nicolás ha recuperado la conciencia, el camino hacia la recuperación sigue siendo arduo, con la comunidad de Algarrobo organizando un evento benéfico para recaudar fondos y mostrar solidaridad.

La iniciativa no solo busca aliviar la carga financiera de la familia de Nicolás, sino también asegurar un suministro adecuado de donantes de sangre. En medio de la adversidad, la comunidad se une en un acto de amor y solidaridad, demostrando la fuerza que reside en la unión en tiempos de necesidad.