La psicóloga Francis Caroca del Hospital Claudio Vicuña de San Antonio, entregó recomendaciones a los padres de niños y adolescentes que, volvieron recientemente a clases presenciales, para que puedan adaptarse al cambio de forma gradual.

Para la profesional el contexto educativo es una esfera de aprendizaje y socialización importante, ya que “aprendemos a relacionarnos, cómo entablar vínculos y relaciones interpersonales. La forma de socialización en el contexto educativo se vio afectada en pandemia, creciendo aceleradamente a través de la tecnología y la virtualización”.

Con respecto a la modalidad de clases online, Caroca, aseveró que “la comunicación se vio afectada, pues se caían las conexiones o no estaba disponible la cámara. La pandemia nos mostró que nos hacía falta el cara a cara, el apoyo de un compañero en un día triste, el que nos hace reír, el que nos da ánimo en circunstancias difíciles, que se acerque un profesor a conversar y orientar a un alumno”.

También especificó que “es más fácil llevar a cabo los procesos de distracción y entretención lo que a su vez ayuda a amortiguar las tensiones emocionales que puedan presentarse. El regreso a un contacto no remoto, el hecho de cambiar de ambiente, salir de casa y dirigirse al lugar de estudios, la posibilidad de realizar actividades recreativas y deportes al aire libre favorecen además al mejoramiento de la salud mental”.

Rutina de adaptación:  

 
“Se sugiere dormir adecuadamente, entre siete y ocho horas diarias, no comer o cenar más allá de las 21 horas, dejar preparada la ropa, mochila, colación y elementos de estudio el día anterior, acostarse y levantarse a la misma hora, buscar la puntualidad. Lo que ayudaría a evitar el estrés de la mañana”, detalló la especialista.

A eso agregó que es común que se presenten síntomas tanto físicos como emocionales, tales como irritabilidad y agresividad en los niños pequeños, “ya que, ya que es muy estresante para algunos estudiantes la dinámica de la socialización. En cuanto a las manifestaciones físicas se pueden enumerar el insomnio, dificultades para conciliar o mantener el sueño y cansancio. Pueden también registrarse síntomas ansiosos y depresivos leves, moderados o graves”.

En cuanto al COVID-19, expresó que es natural que existan aprehensiones y temores asociados al contagio, y por lo mismo “es recomendable conocer el contexto en el que se desempeñará el estudiante, por ejemplo los protocolos del colegio. Tener información puede ayudar a bajar la ansiedad, además de entregar herramientas para actuar adecuada y oportunamente”.