Red Noticias V Región

13 de julio de 2023

Especialista aclara cómo abordar dificultades en deglución en adultos

Toser mientras come, experimentar la sensación de que los alimentos se pegan en la garganta, carraspeo, baja de peso, son algunos de síntomas que podrían dar una señal de alerta.

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Asi lo comenta Gabriela Aranda de la Fuente, fonoaudióloga y académica del Laboratorio de Cognición, Comunicación y deglución en el adulto y adulto mayor de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Playa Ancha, quien próximamente realizará un taller a personas mayores de 60 años de Nueva Aurora, Viña del Mar en el cual entregará información sobre este tema. La especialista precisa que la disfagia (entendida como la dificultad para tragar alimentos o líquidos), es frecuente en las personas adultas que han sufrido una enfermedad Neurológica, un Accidente Vascular cerebral, un daño estructural como un tratamiento para un Cáncer de la Cabeza y Cuello o Cavidad Oral. Cada uno de estos diagnósticos -dice- provoca alteraciones en las fases de la deglución que inician con el deseo de comer (voluntario) y finaliza cuando el alimento pasa al esófago para llegar al estómago (movimientos involuntarios). Sin embargo, Gabriela Aranda advierte que la masa muscular desde los 40 años disminuye cerca de un 7% de manera anual por lo que, si no se entrena (y esto incluye a la musculatura necesaria para comer), aparecerán signos y síntomas que interferirán en una deglución segura, eficaz, competente y confortable (parámetros de las Organización Mundial de la Salud). “Las personas afectadas por Disfagia o Dificultad de tragar, se quejan a menudo del hecho de que tosen comiendo, tienen la impresión que la comida se pega en su garganta, que deben masajear la garganta comiendo, que una cantidad de comida se queda en su boca o su garganta después de la deglución, baja de peso, carraspeo, neumonías repetitivas, entre otros. Cada uno de estos signos empuja a realizar adaptaciones al contexto de alimentación que van desde tardar más tiempo, aislarse al momento de comer, dejar de concretar salidas sociales o, incluso, iniciar trabajos específicos con el profesional idóneo (fonoaudiólogo)”, comenta la fonoaudióloga, quien aclara que el acto de comer no solo es una acción para mantenernos nutridos e hidratados, también corresponde a un acto social que permite mantener las funciones cerebrales a través del vínculo con las personas. Al respecto, agrega que cada uno de los signos mencionados empuja a realizar adaptaciones al contexto de alimentación que van desde tardar más tiempo, aislarse al momento de comer, dejar de concretar salidas sociales o, incluso, iniciar trabajos específicos con el profesional idóneo (fonoaudiólogo). Prevención La profesional subraya que la principal herramienta de promoción y prevención de todas las dificultades asociadas a salud depende del nivel de conciencia de las personas. En este sentido, se busca visibilizar el conocimiento y entrenar las estructuras involucradas antes que aparezcan los signos y síntomas. Por otro lado, enfatiza que, en cada caso, el trabajo debe ser en equipo y en comunicación entre los diferentes profesionales: neurólogos, geriatras, otorrinolaringólogos, gastroenterólogos, fonoaudiólogos, odontólogos, nutricionistas; solo así y tomando en cuenta los determinantes sociales individuales de cada caso, se logrará mantener la calidad de vida y autonomía de las personas. Agrega que, para estimular y lograr un impacto positivo en las funciones es necesario conocer del tema y trabajar con los puntos fuertes y débiles de cada persona cruzando la información con sus determinantes sociales de salud: culturales, socioeconómicos, red de apoyo, acceso a salud etc. Por lo tanto, realizar promoción y prevención es indispensable para divulgar y visibilizar el conocimiento sobre este tema. Considerando lo anterior, la actividad que realiza la carrera de Fonoaudiología, en esta ocasión, apunta a entregar ejercicios musculares preventivos a través de la entrega de un set de materiales de bajo costos que tributan a la mantención de las funciones y entrenamiento de las estructuras. “Sugeriría que, dentro de sus posibilidades, las personas que presentan dificultad para tragar alimentos, asistan lo antes posible al profesional fonoaudiólogo para realizar una evaluación indirecta (funcionamiento y apariencia de las estructuras), evaluación directa ( con alimentos en consistencia líquida, semisólida y sólida) y ojalá, complementar con un examen objetivo como una videofluoroscopia o evaluación fibroscópica de las áreas implicadas Una vez realizada la evaluación fonoaudiológica se toman los lineamientos para establecer un tratamiento idóneo y funcional para cada persona”, afirma la profesional. Tratamiento Modificaciones del contexto de alimentación (tiene que ver con eliminar las barreras ambientales al momento de comer) - Modificaciones de la postura (relevar lo esencial de un buen manejo postural al momento de comer) - Modificaciones del mecanismo de la deglución que tienen que ver con trabajar sobre la musculatura implicada (músculos de la masticación, músculos para tragar, músculos para toser) - Trabajar sobre la sensibilidad (sensación de la comida dentro de la boca) a través de sensaciones de frío, calor, vibración, sabores etc. El tratamiento descrito, acompañado del trabajo entre los profesionales, permitirá resolver y favorecer una deglución bajo los parámetros de seguridad, competencia, eficacia y confortabilidad. Para ello, el diagnóstico oportuno es la clave.

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