​El enfoque principal consistió en la meticulosa extracción de material fosilífero perteneciente al Cretácico Superior, con una asombrosa antigüedad de alrededor de 70 millones de años. Esta labor fue posible gracias a la autorización otorgada por el Consejo de Monumentos Nacionales. 

La fascinación científica por la riqueza paleontológica de Algarrobo tiene raíces profundas que se remontan a más de 160 años. Desde 1862, cuando Luis Landbeck documentó el descubrimiento de restos de un colosal reptil marino prehistórico, conocido como plesiosaurio, en nuestras costas, la comunidad científica ha mantenido un interés constante. Estos restos, inicialmente atribuidos a la familia Elasmosauridae tras investigaciones posteriores, han marcado un hito en la historia paleontológica local. 

Un análisis preliminar sugiere que los restos extraídos durante esta semana podrían representar un hallazgo de proporciones excepcionales. Sin embargo, la confirmación de este descubrimiento extraordinario requerirá meses de análisis y profundas investigaciones. 

Esta emocionante expedición contó con el apoyo de la Corporación SOS Algarrobo, junto la presencia del naturalista José Luis Brito, consolidando así la colaboración entre la comunidad y expertos en la búsqueda continua de nuestro pasado prehistórico.