​La audiencia, programada inicialmente para las nueve de la mañana, tuvo que ser atrasada en una hora debido a la demora en la llegada de los cinco imputados desde la cárcel de Rancagua y al atraso del abogado defensor que avisó haber tenido una falla mecánica en el automóvil que lo transportaba.

​La mañana del jueves 3 de febrero del año pasado el joven sanantonino Jordan Bravo Vásquez, de 26 años, fue secuestrado desde su casa en la toma del cerro Placilla hasta donde llegaron cinco sujetos que, tras romper puertas y ventanas, golpearon cruelmente a Jordan hasta subirlo por la fuerza al vehículo en el que se lo llevaron completamente aturdido.

​Desde la toma de Placilla los secuestradores, tres chilenos y dos colombianos, se trasladaron hasta las inmediaciones del cerro Mauco en Quillota, donde el traficante Máximo Ramírez, líder de la banda criminal tiene su residencia. En ese sector el celular Jordan Bravo Vásquez dejó de emitir señal el mismo 3 de febrero, y en ese mismo lugar la policía encontró quemada una tarjeta bancaria del sanantonino.

​Cuarenta y cinco días después del secuestro fueron detenidos, en Santiago, los hermanos colombianos Hugo Alexis Colorado Almanza (28) y Jorge Alejandro Colorado Almanza de 24 años, además de Héctor Moreno Espinoza de 40 años.

​En el mismo operativo policial coordinado, en el sector de Mauco en Quillota, la PDI arrestó al líder de la banda Máximo Ramírez Dinamarca, de 47 años, y a su hijo Máximo Ramírez Villagra, de 26, ambos implicados además del secuestro con homicidio que les imputa la fiscalía de San Antonio, en delitos de tráfico de drogas e infracción a la Ley de Armas.

​En la acusación contra los imputados, presentada a fines de septiembre por la fiscal Claudia Cancino, el Ministerio Público anunció que pedirá cadena perpetua para los acusados.

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