Muy parecido al caso de la muerte de Mía Olivares García en San Antonio, fue lo que sucedió en Quilpué, donde una lactante de 2 meses y 9 días de vida, falleció luego de esperar por 12 horas un cupo para ser trasladada desde el Hospital de Quilpué al Gustavo Fricke, de Viña del Mar. 

El hecho de este segundo caso ocurrió el pasado 2 de junio, donde la familia decidió hacerlo público luego de conocer lo sucedido en San Antonio. Según lo informado por la madre, Yessenia Sánchez, llevó a su hija a urgencia infantil el 31 de mayo y ese mismo día quedó hospitalizada debido a que se le diagnosticó virus sincicial y rinovirus. 

“El miércoles la doctora me dijo ‘tu hija está a un paso de pasar a la UCI’. ¿Por qué no me la pasaron a la UCI en ese mismo momento? Ella tenía antecedentes porque era una niña prematura, había nacido de 36 semanas, aunque ya estaba en buen peso, pero ella debería haberla pasado a Viña antes que se agravara”, agregó Sánchez a diario La Estrella.

La progenitora continuó su relato señalando que mientras esperaban la ambulancia, su hija sufrió un paro cardiorrespiratorio. Por ello, se le dio reanimación por 30 minutos, sin que se obtuviera éxito.

A pesar del testimonio de la familia, desde el Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota, emitieron un comunicado informando que la muerte de la menor no ocurrió por espera de una cama crítica, sino que debido a causas respiratorias provocadas por el virus sincicial.