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9 de agosto de 2023

San Antonio: Centro de Reinserción Social de Gendarmería, un cambio necesario

En este recinto de régimen abierto, las vidas de quienes han cometido errores y tienen deudas con la justicia toman un giro inesperado, gracias al esfuerzo conjunto de un equipo comprometido.

Reinserción Social de Gendarmería
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Desde San Antonio, un grupo de dedicados profesionales trabaja incansablemente para tejer una nueva historia en la lucha contra la delincuencia. Se trata del equipo del Centro de Reinserción Social (CRS) de Gendarmería, donde el objetivo no es solamente castigar a quien ha cometido un delito, sino que la idea es otorgar una oportunidad genuina de cambio.

En este recinto de régimen abierto, las vidas de aquellos que han cometido errores y tienen deudas con la justicia toman un giro inesperado, gracias al esfuerzo conjunto de un equipo comprometido liderado por Víctor González Reyes, un experimentado trabajador social y el director de este faro de transformación.

"Este no es un centro penitenciario tradicional", aclara González desde su oficina en el CRS. "Somos una unidad especializada en el sistema abierto de Gendarmería, un enfoque que va más allá de las típicas cárceles. Nuestro propósito es ejecutar y supervisar penas sustitutivas con una perspectiva que se centra en la reintegración y la prevención".

El alcance del Centro de Reinserción Social se extiende por toda la provincia de San Antonio, atrayendo no solo a residentes locales, sino también a individuos de la Sexta Región y la Región Metropolitana, atraídos por su enfoque único y reputación en constante crecimiento.

La esencia de la reinserción, enfatiza González, es la clave. "En la actualidad, atendemos a alrededor de mil trescientos casos, divididos en cuatro tipos de penas sustitutivas que supervisamos", detalla. Estos abarcan la Remisión Condicional, una alternativa para infractores primerizos con condenas de hasta tres años por delitos específicos, como conducir en estado de ebriedad. La Reclusión Parcial, introducida en 2013, utiliza tecnología de tobillera electrónica para monitorear a los condenados durante ciertas horas. Además, la Prestación de Servicio en Beneficio de la Comunidad permite a los condenados contribuir a la sociedad mientras cumplen su pena, y finalmente, la Libertad Vigilada, reservada para delitos más graves, involucra un proceso de intervención supervisado por profesionales.

Este enfoque alternativo, enfocado en la rehabilitación y la prevención, ha demostrado ser un éxito. "Las estadísticas respaldan nuestro enfoque, mostrando tasas de reincidencia mucho más bajas en comparación con la reclusión cerrada", destaca el director González.

Pero el alcance del CRS va más allá de las penas sustitutivas. También desempeñan un papel crucial en la comunidad a través del monitoreo telemático para la Ley 21.378, que establece medidas cautelares para casos de violencia intrafamiliar. Con un equipo diverso de veintidós profesionales, incluyendo trabajadores sociales, administrativos y funcionarios de Gendarmería, el CRS opera como una máquina bien engrasada, cada pieza desempeñando un papel vital en el proceso de transformación.

"Somos un conjunto de profesionales con roles específicos", apunta Víctor González, quien destaca el papel fundamental de los trabajadores sociales en la supervisión de casos y penas vigiladas. "Nuestro equipo trabaja en conjunto para apoyar a los usuarios en su proceso de reintegración, brindando el apoyo sicosocial y administrativo necesario".

Así, en una tranquila esquina de la calle Del Canelo de Llolleo, el Centro de Reinserción Social se convierte en un faro de esperanza y cambio. Aquí, las vidas se transforman, los errores se enmiendan y la narrativa de la delincuencia se reescribe con cada éxito, demostrando que la reintegración y la prevención son más poderosas que la reclusión.

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