​La tarde del viernes 29 de marzo, la vida de Nicolás Ortega Araya, un joven de 22 años con un compromiso doble como funcionario de Seguridad Pública de la municipalidad de Algarrobo y voluntario de la Segunda Compañía de Bomberos de Mirasol, dio un giro dramático en un instante, cuando la moto que guiaba chocó con una camioneta a la altura de San Alfonso del Mar, en la misma comuna de Algarrobo, dejando a Nicolás gravemente herido y al borde de la muerte.

​Han pasado poco más dos semanas desde el accidente, y Nicolás Ortega permanece internado en Viña del Mar, librando una batalla contra las múltiples fracturas que su cuerpo sufrió en el impacto. Cada día es una prueba de coraje y determinación mientras se somete a intervenciones quirúrgicas para reconstruir los huesos dañados en todo su cuerpo.

​Y debido a la gravedad de su estado en las primeras horas, cuando su vida estuvo en peligro, es que la primera imagen del bombero patrullero en Viña del Mar es tan alentadora, porque da cuenta de su milagrosa mejoría y de la fuerza interior de este joven padre que está dando una ardua lucha por su la supervivencia.

​Pero junto con su valentía, surge una urgencia vital: la necesidad de donantes de sangre para las distintas operaciones a las que está siendo sometido para sostenerlo durante este difícil viaje hacia la recuperación.

​Esta semana sus colegas bomberos han sido donantes de sangre para Nicolás y desde Viña del Mar han hecho el llamado a quienes puedan apoyar y aportar en esta necesidad de sustituir las transfusiones de sangre que el bombero recibe en cada nueva intervención quirúrgica.

​La comunidad de Algarrobo también se ha unido en apoyo a Nicolás y su familia, organizando un evento benéfico el 4 de mayo en la medialuna de San José. El propósito es claro: recaudar fondos para cubrir los costos de tratamiento y transporte hacia el hospital en Viña del Mar, donde Nicolás se aferra a la vida con valentía inquebrantable.

​El accidente de Nicolás Ortega ha estremecido los cimientos de Algarrobo, pero en este desafío, la comunidad se yergue unida, extendiendo sus manos y corazones para sostener a un joven héroe en su lucha por la vida.