Red Noticias V Región

8 de agosto de 2023

San Antonio: Robos implacables asolan a locales comerciales de la caleta de pescadores

El muelle de la caleta Pacheco Altamirano, un rincón que una vez simbolizó la vitalidad de la industria pesquera, ahora es el epicentro de una serie de robos despiadados que han dejado a los negocios familiares en la ruina.

robos a locales en San Antonio
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Por estos días la brisa salina y el murmullo constante de las olas en la caleta de pescadores de San Antonio esconden un oscuro panorama que ha sumido a los comerciantes locales en una pesadilla interminable.

El muelle de la caleta Pacheco Altamirano, un rincón que una vez simbolizó la vitalidad de la industria pesquera, ahora es el epicentro de una serie de robos despiadados que han dejado a los negocios familiares en la ruina y a los pequeños comerciantes a merced de la delincuencia.

El estremecedor testimonio de Patricia Ronda Araya (62) resuena como una advertencia sombría del drama que enfrentan en el sector. "Me dejaron de brazos cruzados porque se llevaron todos los mariscos que tenía para el negocio, también se robaron los camarones, los dos cilindros de gas, me dejaron sin nada," lamentó, su voz temblorosa por la impotencia.

Patricia Ronda, quien ha dirigido con dedicación y esfuerzo el negocio familiar en la caleta Pacheco Altamirano durante más de una década, fue testigo de cómo su sueño se desmoronaba en una fracción de segundos.

Los delincuentes, moviéndose en las sombras de la madrugada, urdieron un plan para saquear el local de Ronda. "Con todo lo que se llevaron, entre la plata que tenía guardada para pagar la mercadería, porque no había pagado nada de los que se robaron; y los mariscos, camarones, los cilindros de gas y otras cosas calculamos que son como 2 millones 200 mil pesos," compartió con un nudo en la garganta.

La invasión dejó tras de sí una estela de destrucción, con paredes dañadas y una puerta destrozada, dejando a los afectados con una carga económica adicional para reparar los estragos.

Yael Mondaca, nieta de Patricia Ronda, expresó su frustración y desesperación por la continua ola de robos que ha golpeado a la comunidad de comerciantes. "De hecho, hoy fuimos nosotros, hace cuatro días fue otro colega y así es todas las semanas un robo," lamentó. La falta de seguridad y presencia policial en la zona ha convertido a la caleta en un caldo de cultivo para los delincuentes, mientras los afectados ven cómo sus negocios y sueños son despojados en un abrir y cerrar de ojos.

La impotencia es palpable entre los comerciantes locales, quienes sienten que están atrapados en un ciclo interminable de crímenes. Una dependienta, que optó por permanecer en el anonimato, aseguró que “en este sector de la caleta los robos son cosa de todas las semanas, a veces son robos grandes como el que le ocurrió ahora a la vecina, pero otras veces son robos más chicos".

La presencia constante de drogadictos y traficantes en la zona ha creado un ambiente de miedo y desconfianza, silenciando a aquellos que podrían tener información sobre los culpables.

Mientras la comunidad de la caleta de pescadores de San Antonio lucha por su seguridad y subsistencia, el clamor por medidas efectivas y la restauración de la paz en esta idílica costa se hace cada vez más urgente.

La tragedia de Patricia Ronda y otros comerciantes es una advertencia ineludible de que la impunidad y la inseguridad no pueden ser toleradas.

Mientras los robos implacables persisten, los residentes claman por un cambio, una garantía de tranquilidad que permita que sus sueños y su labor perseveren, incluso en medio de la incertidumbre de la noche que ampara las felonías de viles rateros.

Reporte de Juan Olivares

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