​Si estás pensando en adoptar a un perro o gato para esta Navidad, debemos tener consideraciones claves para ser responsables en esta decisión, la principal es que se trata de un ser vivo, que como toda especie requiere cuidados, atención y, sobre todo, amor. Así es que es importante tener claro que no es un simple “regalo”.

​La veterinaria de Ludipek, Daniela Medone, entrega algunos consejos. “Muchas personas regalan animales para Navidad, pero más que evitar regalarlas, es importante siempre preguntar a los adultos que estarán a cargo, si es que están dispuestos a asumir una responsabilidad. Si, por ejemplo, yo como mamá o papá decido regalar un perro en Navidad a mis hijos, debe ser una decisión informada y todos los integrantes adultos de la familia deben estar de acuerdo y traspasar parte de esa responsabilidad a los niños; obviamente acorde a la edad de ellos. Se pueden asignar pequeñas responsabilidades, para que vayan asumiendo lo que significa tener una mascota”.

​La llegada de un miembro peludo a nuestra familia es de gran importancia, ya que modificará el núcleo familiar, convirtiéndose en un integrante más. “Lo primero, es comprender que es un ser vivo, al cual hay que cuidar y querer por aproximadamente 10 a 15 años, dependiendo de la esperanza de vida, lo cual lo hace una decisión importante y debe ser conversada en familia. Lo otro, es considerar qué tipo de mascota queremos adoptar, si perro o gato u otro. En el caso de los perros, por ejemplo, debemos saber si es una raza que necesita un espacio adecuado, ya que hay algunas que son muy activas y no se pueden tener en espacios reducidos o con poca actividad diaria. Si es un gato se debe proveer de espacios apropiados en altura, escondites y juguetes que estimulen su instinto de caza”, explica Daniela Medone.

​Otro tema importante, es el presupuesto que se tenga para destinar a una mascota. “La alimentación, cuidados veterinarios y emergencias que pudiesen suceder son costos extras que se sumarán a las finanzas de la familia. La principal recomendación, sobre todo si es la primera vez que seremos tutores, es asesorarse por alguien que tenga conocimiento sobre este tema, idealmente un médico veterinario, para de esa manera tomar una decisión lo más informada posible”, enfatiza Daniela.

A la hora de adoptar podemos inclinarnos por cachorros o por animales adultos. Ante esto, también hay que tener consideraciones. “Recordemos que los cachorros son seres que están en crecimiento y su manejo repercutirá en su estado adulto. Por lo que en las primeras etapas de su vida debemos reforzar su sistema inmune, donde hay que ser muy metódico y responsable para que no enferme o tenga problemas de salud. Los cuidados básicos de un cachorro son principalmente, la alimentación, la cual debe ser de buena calidad para así asegurar un crecimiento óptimo. La disponibilidad permanente de agua fresca, los cuidados veterinarios, principalmente en medicina preventiva, que al inicio deben contemplar varias vacunas y desparasitaciones. Además, poder satisfacer las necesidades cognitivas de los cachorros, principalmente juego, entretención, sociabilización temprana y cariño”, explica la profesional.

​Si pensamos en adoptar una mascota adulta, la veterinaria de Ludipek destaca, “los perros adultos son una gran opción como mascota, ya que muchas veces, estos perros son más tranquilos que un cachorro y ya no están en la etapa más revoltosa, donde son más activos, rompen cosas y están en un periodo de descubrimiento que los hace más curiosos. Estos perros son muy dulces y agradecidos y podemos entregarles mucho amor en esta etapa final de sus vidas”.

​Respecto a las consideraciones, explica que es, “de suma importancia considerar que, al ser perro ya adulto o senior, pueden tener patologías crónicas de base, las cuales requieren cuidados permanentes, control médico veterinario por lo menos una vez al año, administrar medicamentos en el caso que lo requiera, alimentos específicos que cuiden sus articulaciones, función renal, salud dental, entre otros, y estar atentos a cualquier tipo de alteración de conducta que es más difícil de tratar y podría requerir más dedicación”.

​Otro factor relevante es la presencia de niños en la casa, lo cual no es un impedimento, por el contrario, puede ser una gran experiencia de vida si tomamos las medidas indicadas. “Lo primero y lo más importante, es enseñarles a nuestros niños que las mascotas no son juguetes, que son seres vivos y que merecen cuidados y respeto. Mientras más pequeños sean más fácil se da el vínculo, ya que lo ven de forma natural”, comenta y agrega, “respecto a los cuidados, es importante siempre supervisar la interacción entre niños y mascotas, nunca dejarlos solos, porque debemos siempre tener en cuenta que los animales pueden reaccionar mal ante el dolor o el miedo. Lo otro es mantener desparasitaciones internas y externas, siempre al día, para así evitar problemas de salud. Por último, recordar que el vínculo entre mascotas y niños ayuda a que los niños vayan conociendo la empatía, la responsabilidad de otra vida, de sentir amor por otro ser vivo, distinto a sus padres o cuidadores principales, además del beneficio inmunitario que genera crecer con mascotas”.