Energía solar transforma el riego agrícola en Petorca: 81 productores se suman a la sostenibilidad

​A esto se sumaron cuatro jornadas de capacitación sobre eficiencia hídrica, mantención de sistemas solares y estrategias para maximizar el rendimiento agrícola, fortaleciendo las capacidades locales y la autonomía de las familias campesinas.

​La provincia de Petorca, especialmente las comunas de Cabildo y Petorca, ha sido una de las más golpeadas por la crisis hídrica que afecta al centro del país. Años de sequía extrema y uso intensivo del suelo han llevado al límite la disponibilidad de agua, comprometiendo seriamente la producción agrícola y la vida rural.

​Ante este escenario, 81 agricultores de la zona han logrado dar un giro hacia la sostenibilidad gracias al programa “Transferencia Sistema Fotovoltaico y Riego Presurizado Cabildo-Petorca”, ejecutado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA La Cruz y financiado por el Gobierno Regional de Valparaíso a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR).

​El proyecto, que se desarrolló durante más de dos años, alcanzó el 100% de sus metas con la instalación de 81 sistemas fotovoltaicos, transformando la manera en que los productores riegan sus cultivos y gestionan sus recursos.

​“Los paneles solares realmente me cambiaron la vida”, dice Solange Arquero, del sector Artificio en Cabildo. “Habíamos perdido la esperanza, pero gracias a este proyecto reactivamos nuestra producción y recuperamos las ganas de seguir trabajando la tierra”.

​Cada sistema instalado entrega una potencia de 3,6 kWh, suficiente no solo para abastecer una vivienda rural, sino también para operar sistemas de riego presurizado, permitiendo a varios agricultores reducir su consumo eléctrico en hasta un 100%.

​Según cálculos del equipo técnico del proyecto, el uso de esta tecnología ha significado una reducción de 35 toneladas de CO₂ por temporada, aportando así a la mitigación del cambio climático desde el sector agropecuario.

​Pero la transformación no fue solo energética. El programa también optimizó el uso del agua en una superficie total de 45 hectáreas y contempló más de 320 visitas técnicas a predios agrícolas para brindar asesoría personalizada a cada productor.

La iniciativa fue liderada por un equipo multidisciplinario del INIA compuesto por Carlos Zúñiga Espinoza (director del proyecto), Diego García, Camila Martínez y Alberto Espinoza, quienes destacaron la colaboración activa de los productores durante todo el proceso.

​Testimonios como el de Luz Marina Barrera, quien afirma que “la cuenta de la luz bajó de inmediato”, o el de Julia Oyanedel, que usa los paneles para regar cultivos y dar agua a sus animales, reflejan el impacto positivo y concreto del programa.

​“Este proyecto nos devolvió la energía —en todo sentido— para seguir adelante con nuestra agricultura”, resume Solange Arquero, en una frase que sintetiza el espíritu de esta transformación rural con sello sustentable.

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