17 de junio de 2025
En un contexto donde el comercio ambulante se ha convertido en una preocupación constante para vecinos, autoridades y comerciantes establecidos.
Esta normativa no es nueva, pero su implementación y fiscalización activa empiezan a marcar un antes y un después en la gestión del uso del espacio público.
La ordenanza regula de forma detallada quiénes pueden ejercer comercio ambulante o estacionado en espacios públicos, estableciendo requisitos estrictos como estar dentro del 40% más vulnerable del Registro Social de Hogares, no tener negocios establecidos ni deudas municipales, y acreditar residencia en la comuna, entre otros.
Además, el reglamento delimita claramente los lugares donde está permitido ejercer la actividad, prohíbe su práctica cerca de hospitales, iglesias, cruces ferroviarios y zonas patrimoniales, y establece un horario máximo entre las 08:00 y 18:30 horas. También obliga a los comerciantes a mantener la limpieza del espacio utilizado y cumplir con ciertas condiciones estéticas.
Desde el municipio destacan que se trata de una normativa de carácter dinámico, que se revisará anualmente para actualizar zonas permitidas, rubros autorizados y sectores saturados.
En paralelo, se intensificaron los operativos de fiscalización y recuperación de espacios públicos, especialmente en el sector del plan de la ciudad. La alcaldesa de Valparaíso, Camila Nieto, valoró estos avances, destacando el mercado cardinal, del cual señaló que: “Durante todo el fin de semana han estado desplegados en el sector tanto fuerzas de Carabineros como funcionarios municipales de Seguridad Ciudadana y Operaciones manteniendo copado el sector y limpiando y ordenando la zona. Se ha sostenido una presencia disuasiva, se han retirado palets y basura constantemente. Las veredas se encuentran desocupadas para que los porteños y porteñas puedan hacer uso libre de un espacio que es para todos y todas. Estamos satisfechos con el progreso del proceso porque vemos que Valparaíso mejora en orden y limpieza”.
En medio del debate por la recuperación del centro y el equilibrio entre la economía informal y el derecho al espacio público, esta ordenanza representa una herramienta clave que —aunque ya vigente— está comenzando a mostrar sus efectos en la ciudad. Desde el municipio esperan que su implementación sostenida contribuya a una convivencia armónica entre el comercio regulado, la ciudadanía y el comercio formal.